Había una familia con el apellido Diao, que no tenía propiedades y solía salir a adivinar la fortuna de las personas para ganarse la vida, aunque en realidad no sabía nada de adivinación. Cada vez que salía, pasaban varios meses antes de que regresara, y siempre llevaba bolsas llenas de dinero y telas. Todos se sentían muy sorprendidos.
Una vez, alguien del mismo pueblo estaba viviendo lejos y vio a una persona parada dentro de una casa de alta posición, vestida de manera elegante y hablando sin parar, rodeada de muchas mujeres. Cuando la gente del pueblo se acercó, resultó ser Diao. Se escondió en un rincón y observó qué estaba haciendo Diao. Escuchó a una de las mujeres en la multitud preguntar: 'Entre nosotros hay una dama noble, ¿puedes reconocerla?' Resulta que había una dama noble entre esas personas, vestida con ropa común mezclada entre la multitud, y querían poner a prueba la habilidad de Diao en la adivinación. La gente del pueblo no pudo evitar sentirse avergonzada por Diao. Vieron a Diao mirar tranquilamente al cielo, trazar un gesto con el dedo y decir: '¿Qué hay de difícil en esto? ¡La cabeza de una persona noble naturalmente está rodeada de nubes!' Al escuchar esto, todos miraron a una de las mujeres para ver si tenía nubes sobre su cabeza. Diao señaló a esa mujer y dijo: '¡Esa es la verdadera dama noble!' Todos se sorprendieron mucho y pensaron que era un ser divino.
Cuando la gente del pueblo regresó, contaron la astuta estafa de Diao. Se dieron cuenta de que aunque esta persona tenía un comportamiento vulgar, también tenía un talento extraordinario; de lo contrario, ¿cómo podría engañar a tanta gente, ganar dinero y obtener grandes beneficios sin tener ninguna habilidad?